Mi
tío Robert tenia una gata delgada i gris, que tenia dos hijos, yo los fui a
ver, uno era un poco naranja con los
ojos azules i el otro gris tambien con
los ojos azules. A mi i a mi hermana nos gustaba mas el naranja, i un día, yo, mi padre
y mi hermana lo fuimos a buscar a casa de mi tío y lo trajimos a mi casa. Yo y
mi padre fuimos a buscar una caja para que durmiera dentro. Cuando llegamos a
mi casa dentro la caja le pusimos una manta para que estuviera mas caliente,
también le compramos un recipiente para que hiciera sus necesidades.
Estuvimos pensando en como llamarlo,
finalmente decidimos llamarlo “bonica”,
bonita en castellano, pero al cabo de unos días nos dimos cuenta que era un
macho, así que cambiamos el nombre de bonica por el de Paquito.
Día
a día se iba haciendo
grande y un poco más travieso. Un día
que yo estaba en el colegio saltó por la ventana i mi madre estaba desesperada
porque no lo encontraba hasta que se le ocurrió mirar por la ventana y lo vio
abajo en el huerto.
Le gusta comer mucho, sobretodo jamón dulce, y afilarse las uñas en el sofá,
cosa que no le hace ni pizca de gracia a mi madre. Su sitio preferido para
dormir es la cama de mis padres, le gusta subirse en el árbol de mi patio para
cazar pajaritos.
Paquito forma parte de nuestra familia,
incluso el tío le cagó regalos para él, sus tarrinas de carne preferidas y un
afilador de uñas al que no hace ni
puñetero caso.
Espero que Paquito esté con nosotros
muchos años i que encuentre una novia tan guapa como él, y que tengan gatitos a
los que poder cuidar.
FIN
Mola pero no gaire.
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